Los integrantes del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, con un claro y firme convencimiento que el goce y la permanencia del ser humano en este planeta dependerán del cuidado y protección que se ejerza sobre el ambiente natural y social
Entendemos que es necesario recuperar y revalorizar la función ética de las ingenierías y la arquitectura y dar respuesta a los retos contemporáneos de la diversidad y la adaptabilidad, construyendo esferas ambientales para la vida, biósferas que faciliten la gestión eficaz de los recursos.
Entendemos que sólo se puede hablar de desarrollo, si se satisfacen las necesidades fundamentales de la sociedad, incluyendo la educación, las necesidades culturales, espirituales, por lo que concebimos el desarrollo, incluyendo al ser humano en todas sus dimensiones.
Cuando desarrollemos cualquier actividad profesional nos adherimos a los siguientes principios:
- Pondremos nuestra capacidad, entusiasmo y dedicación para obtener resultados técnicos superiores, contribuyendo a promover y obtener un entorno sano y agradable para todos los seres humanos, ya sea en espacios abiertos, como alrededor o en el interior de los edificios.
- Nos esforzaremos en alcanzar los objetivos beneficiosos de nuestro trabajo, minimizando el consumo de materias primas y energía con la menor producción de residuos y cualquier clase de contaminación, gestionando en lo posible su reuso, rehabilitación; y reciclado.
- Tomaremos en cuenta y discutiremos en particular las consecuencias de nuestras propuestas y acciones, directas o indirectas, inmediatas o a largo plazo, sobre la salud humana, la equidad social y los sistemas de valores locales.
- Tendremos en claro que los principios de interdependencia, diversidad, mantenimiento, recuperación de recursos y armonía entre los ecosistemas forman las bases de la continuidad de nuestra existencia y que cada una de esas bases posee un umbral de sostenibilidad que no debe ser transgredido.
- Estudiaremos cuidadosamente el ambiente que será afectado, evaluaremos los impactos o daños que puedan sobrevenir en la estructura, dinámica y estética de los ecosistemas involucrados, urbanizados o naturales, incluido el entorno socioeconómico y seleccionaremos la mejor opción que incluya la minimización del impacto a corto, mediano o largo plazo proponiendo las medidas de gestión, control y compensación necesarias; todo para contribuir a un desarrollo ambientalmente sano y sostenible.
- Pondremos especial atención a las encomiendas de trabajos que impliquen daños para el entorno humano y la naturaleza a corto, mediano y largo plazo y propondremos la mejor solución técnica y social posible, y en caso necesario la encomienda de trabajo será rechazada.
- Recordaremos siempre que los desastres naturales, la contaminación y la destrucción de recursos inducidas por la actividad humana, son las principales causas del progresivo deterioro del ambiente, y que nosotros, como profesionales, profundamente comprometidos con la promoción del desarrollo, debemos usar nuestro talento, conocimiento e imaginación, para ayudar a la sociedad a mejorar la calidad de vida de todos los seres humanos.
- Haremos nuestro mejor esfuerzo para dejar de concebir las ingenierías y la arquitectura como creadoras de objetos únicos y singulares, edificios autónomos y aislados, productos definitivos y acabados y entenderlas y practicarlas como estrategias y procesos, como sistemas de relaciones, como formas cuya materia esencial es la energía, como ambientes para los sentidos y la percepción.
- Practicaremos nuestra profesión de tal manera que construya sin destruir, que recicle lo existente, que entienda los recursos como patrimonio, que interprete el medio como un sistema de relaciones entre lo construido y lo humano, que creen ambientes humanos y saludables.
- Diseñaremos y construiremos poniendo nuestro mejor empeño en hacer ciudades que integren las redes sociales existentes, que reequilibren transformaciones, que modelen flujos, que incorporen dinámicas de cambio, que propongan complejos multifuncionales, o que encadenen y desarrollen sistemas de espacios públicos.
Todo lo anterior, con el objetivo de que la vida humana pueda continuar indefinidamente, los seres humanos como individuos, puedan desarrollarse, que sobrevivan las particularidades culturales de la sociedades, y los efectos de las actividades humanas se mantengan dentro de unos límites que no permitan la destrucción de la diversidad, complejidad y funcionamiento de los sistemas ecológicos, soportes de la vida.